En una de las aulas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, un día de 1972 el investigador Álvaro Matute empezó a impartir el curso de Historiografía de México I. Ahí se encontraba una estudiante que también habría de destacarse en la historiografía. Ahora, Evelia Trejo recuerda los años setenta en que su maestro se consolidó como una figura central de los estudios historiográficos.