En la sección de la Oficina de las Llaves del "Catecismo Menor," Martín Lutero explica la autoridad que Cristo otorgó a su Iglesia para perdonar los pecados o retenerlos. Lutero destaca que esta autoridad se ejerce a través de la Confesión y la Absolución. La Oficina de las Llaves es vista como un don de gracia que asegura a los creyentes del perdón divino cuando confiesan sus pecados con verdadero arrepentimiento. Lutero subraya que esta práctica no es meramente humana, sino que está basada en la promesa de Cristo y es efectiva por su palabra. A través de esta enseñanza, Lutero busca proporcionar consuelo y seguridad a los cristianos, asegurándoles que, mediante la Confesión y la Absolución, pueden experimentar el perdón y la restauración ofrecidos por Dios.