Durante el siglo XIX en Atacama la sanidad era muy precaria hasta que en 1848 Candelaria Goyonechea, donó parte de sus terrenos para la construcción del “Establecimiento de Beneficencia”, que en la práctica fue el primer recinto destinado exclusivamente a la salud en la entonces Provincia de Atacama. Esta decisión la tomó luego de que Miguel Gallo (su marido) muriera de una afección de salud que no pudo ser atendida en ningún recinto, develando la necesidad de un sitio destinado a cuidar a los enfermos en Copiapó.