En medio del dolor, en medio de la angustia que produce la falta de perdón, Dios nos da la capacidad de perdonar a nuestro ofensor, trayendo a nuestras vidas sanidad.
En medio del dolor, en medio de la angustia que produce la falta de perdón, Dios nos da la capacidad de perdonar a nuestro ofensor, trayendo a nuestras vidas sanidad.