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En este episodio de @Marikasisepuede tuvimos el honor de conversar con Isabella, fundadora de Bella Mafia Tattoos, una artista que desde niña descubrió su talento dibujando rostros y que hoy, tras un camino lleno de retos, se ha convertido en una exitosa tatuadora y empresaria.
Desde sus primeros pasos en Colombia, pasando por Estados Unidos, hasta llegar a Canadá, Isabella nos comparte cómo el proceso migratorio transformó a aquella niña extrovertida en alguien más reservada, pero también más fuerte. Aunque su familia soñaba con verla como psicóloga o con una “carrera tradicional”, ella decidió seguir su verdadera pasión: el arte.
Nos cuenta cómo convirtió ese amor por dibujar en un negocio que no solo le permite vivir de lo que ama, sino también generar empleo para otros artistas. Perdió todo en un primer intento junto a su mentor, pero eso no la detuvo. Con determinación y coraje, comenzó desde cero y construyó su propio imperio de tinta.
Hoy, Isabella es una tatuadora reconocida por su técnica especializada, con metas claras de expansión, más locaciones, y lo más importante: crear conexiones reales y duraderas a través de su arte.
Una historia de resiliencia, pasión y emprendimiento que demuestra que sí, Marika, ¡sí se puede!
By David GiraldoEn este episodio de @Marikasisepuede tuvimos el honor de conversar con Isabella, fundadora de Bella Mafia Tattoos, una artista que desde niña descubrió su talento dibujando rostros y que hoy, tras un camino lleno de retos, se ha convertido en una exitosa tatuadora y empresaria.
Desde sus primeros pasos en Colombia, pasando por Estados Unidos, hasta llegar a Canadá, Isabella nos comparte cómo el proceso migratorio transformó a aquella niña extrovertida en alguien más reservada, pero también más fuerte. Aunque su familia soñaba con verla como psicóloga o con una “carrera tradicional”, ella decidió seguir su verdadera pasión: el arte.
Nos cuenta cómo convirtió ese amor por dibujar en un negocio que no solo le permite vivir de lo que ama, sino también generar empleo para otros artistas. Perdió todo en un primer intento junto a su mentor, pero eso no la detuvo. Con determinación y coraje, comenzó desde cero y construyó su propio imperio de tinta.
Hoy, Isabella es una tatuadora reconocida por su técnica especializada, con metas claras de expansión, más locaciones, y lo más importante: crear conexiones reales y duraderas a través de su arte.
Una historia de resiliencia, pasión y emprendimiento que demuestra que sí, Marika, ¡sí se puede!