Con la Transición la “voz” de la calle, menos formal y mucho más directa, tomó el control de las emisiones musicales de la vieja radio de canciones dedicadas. Traía en un intento por conectar con su joven e impresionable audiencia, un nuevo lenguaje fresco y desenfado, que rebosaba anglicismos procedentes del otro lado del Atlántico. Lola Costa