En un rincón olvidado del universo, existía un lugar místico conocido como el Reino de los Sueños. Este mundo etéreo estaba formado por islas flotantes que danzaban sobre un cielo siempre estrellado, conectadas por puentes hechos de luz. Cada isla representaba un tipo de sueño: las fantasías más vívidas, los recuerdos nostálgicos, los temores nocturnos y los anhelos más profundos.