¿Vas a flotar y llegar a un puerto seguro con tu fe, o te vas a hundir y sufrir perdida? No te pongas soberbio y pienses, “Yo solo creo en la victoria en Cristo y no me voy a hundir nunca!” Amen, que así sea, pero aquí tienes un aviso: Si no sigues la instrucción de la Palabra de Dios (la escrita o dada a ti personalmente por el Espíritu de Dios) es imposible tener victoria, no importa que tu creas. Sin aceptar humildemente lo que Dios dice, hundirse es una posibilidad real. Aún el gran apóstol Pablo sufrió naufragio cuando estaba montado en un barco dirigido por aquellos que no estaban oyendo la dirección de Dios. Lo estudiamos en Hechos 27. ¡No te pierdas esta enseñanza que te confrontará con la verdad de la Palabra Dios de principio a fin!