Una mujer súper ejecutiva, siempre ocupada, contra todos los pronósticos terminó donde un sanador iraní que vino a Colombia. En medio del evento él la vio, se le acercó, le sopló la garganta y ella cayó sintiendo un amor infinito y una dicha inmensa. En ese momento su voz despertó, empezó a cantar diferente y su música empezó a sanar dolores de otras personas. Con este don, su vida cambió para dedicarse al servicio de los demás. El canto celestial de Mónica fue nominado a los Premios Grammy. Esta es su maravillosa historia.