Los hermanos de Jesús se disgustaron cuando se dieron cuenta que no tenían posibilidades de lograr ventajas mundanales con Él. Los hombres impíos se ponen, a veces, a aconsejar a los ocupados en la obra de Dios, pero sólo aconsejan lo que parezca probable para fomentar ventajas en este mundo. | Pr. Antonio Urrutia V.