Dios te ha dotado de cualidades, dones y talentos que muchas veces ignoramos o escondemos. En este tiempo Dios quiere que sepas que Él usará lo que tienes para bendecirte. Olvídate de lo qué pasó y de lo que perdiste. Entrégale a Dios lo que tienes y Él se encargará de proveer lo que necesitas para gloria de Su nombre.