El abuso, la tortura de la infancia es una aberración que no puede permanecer impune. Pero más aun, para entenderla profundidad del daño y los motivos que producen semejantes hay que descender por la madriguera del conejo, hay que mirar directamente a los ojos del mismísimo Satán y mantener la mirada. Una mirada gélida, una mirada que te sorprenderá…
No creo que nunca puedas entender la profundidad de la locura tras esos ojos…