A pocos meses de las elecciones generales en Panamá, la falta de un candidato presidencial favorito ha dejado a los ciudadanos confundidos y desencantados. El sistema electoral arcaico y la necesidad de elegir múltiples autoridades simultáneamente contribuyen a la apatía. Se plantea la urgente necesidad de reformas electorales para restaurar la confianza en la democracia panameña.