El rey David hizo un censo de Israel, pero el propósito era malo: para enorgullecerse del poderío de sus hombres, y no en Dios, por la victoria sobre sus enemigos y el éxito logrado. Dios castigó a la nación por eso.
El rey David hizo un censo de Israel, pero el propósito era malo: para enorgullecerse del poderío de sus hombres, y no en Dios, por la victoria sobre sus enemigos y el éxito logrado. Dios castigó a la nación por eso.