Los libros suelen estar acompañados por el nombre de sus padres y su lugar de nacimiento. Pensar en libros como las Odisea es pensar en el mar Egeo, El Quijote viajando por España y los Buendía en medio del trópico colombiano. Sin embargo, como todo joven los libros desean ser independientes de sus progenitores, separarse de esas raíces que dejan el camino a una lectura etnográfica en lugar de una apuesta más allá del país donde fueron escritas. Entre leer las obras por ser un reflejo de su país o pueblo y leerla como algo único e independiente se encuentra una discusión que se abordará en el programa.