¿Estás dispuesto a responsabilizarte por tu emprendimiento? ¿A reconocer todos los desafíos que se te presenten sobre la marcha como tuyos? ¿A dormir pocas horas, desvelarte, planificar, ejecutar y enfocarte solo en tu negocio hasta lograr el éxito? Y… entre tanta disposición ¿Estas dispuesto a escuchar a los demás?