Todo puede ser un gatillante para que te dé el brote de loca; un like en Instagram, un retiro espiritual o incluso un calcetín. Al final todxs somos un poco tóxicxs y el primer paso es reconocerlo.
Todo puede ser un gatillante para que te dé el brote de loca; un like en Instagram, un retiro espiritual o incluso un calcetín. Al final todxs somos un poco tóxicxs y el primer paso es reconocerlo.