Abraham Hicks en español
Encuentra tu conexión con tu propia luz
Video
Audio MP3
Transcripción
–Es más fácil de controlar cuando no estás cansado. He notado que si estás cansado al final del día, por ejemplo con los niños pequeños se pone un poco más complicado el controlar lo que ofreces...
–Bueno, hay esta cosa que muchos de ustedes hacen. Vamos a decir que empiezas a darte cuenta que tu entusiasmo por este día, o este momento, o esta experiencia está languideciendo un poquito. Puedes sentirlo, es temprano, y es sutil, pero has decidido que vas a tomarle la palabra a Abraham y no te vas a rendir. No te vas a quedar de pie solo porque los demás lo quieren y no vas a perseverar. Vas a servirte a ti mismo, vas a ser gentil contigo mismo. Vas a seguir tu propio camino de menor resistencia así que recibes el resto que es bueno para ti. Y en esa acción, que ha sido inspirada por la emoción encuentras alineación, y la practicas y por lo general estás ahí.
Puesto que la alineación es el factor reconstituyente de quien tú eres, te restaura tu claridad, te restaura tu abundancia, te restaura tu vitalidad. Es tu reconstituyente, tu regenerador, reconfortante de quien tú eres. Pues si eres lo suficientemente egoísta para que te importe esto, entonces tienes tanto para dar a tus hijos y los demás. Pero si por el contrario, te desvías de tu comprender esto, y escuchas que se supone que sirvas a otros, lo que significa que no estás ocupándote de lo que tu guía te está diciendo. En cambio estás imponiéndote lo que crees que los otros quieren de ti de manera que los estás sirviendo a ellos. Te estás quedando más tarde de lo que realmente quieres, o de lo que se siente verdaderamente bien para ti. Y así estás dando todo lo que tienes, estás dando tanto que te estás pinchando de tu propio reconstituyente.
Y luego, pese a que estás ahí, no estás sintonizado, sincronizado y encendido. No estás dando ni siquiera cerca de lo mejor de ti mismo. En tu esfuerzo por ser todo para todos, o incluso muchas cosas para algunos, lo que sucede es que te le cruzas a tu propio sistema de guía. Te vamos a decir algo muy atrevido, a todos ustedes. Si tu intención primordial es en servicio de los demás, y no estamos diciendo, no ayudes a otros, no inspires a otros, no sirvas a otros. Estamos diciendo debes reconfortarte a ti primero, o no tienes nada con qué servirles.
Puesto que ese factor reconstituyente es esencial para cualquier ventaja que ofrezcas a cualquiera, queremos decir que cuando pones a los demás primero, te sale el tiro por la culata 100% del tiempo. Porque cuando eso se vuelve tu hábito, cuando eso se vuelve tu actitud, cuando eso se vuelve tu comportamiento, cuando eso se vuelve tu manera práctica de vivir, entonces empiezas a sentirte resentido porque nadie puede reflejarte la suficiente apreciación para compensar lo que te está haciendo falta al no permitir tu alineación con quien tú eres verdaderamente.
No puedes usar algo que está fuera de ti y algo que está dentro de ti como guía al mismo tiempo. Cuando la intención es la relación entre tú y tú y te vuelves bueno en revivirte, bueno en revisar las etapas sutiles, bueno en quedarte sintonizado antes que el momentum te lleve lejos, entonces, oh¡ Entonces, el momento es el preciso, las cosas que dices son las precisas, tu momentos juguetones son precisos. Todo sobre ti es bueno. Eres el inspirador que has nacido para ser. No el sirviente que has nacido para ser, porque no has nacido para ser un sirviente. Has nacido para inspirar, pero no puedes inspirar a menos que estés inspirado. ¿Lo ves?
Entonces todos, todo el mundo tiene acceso a su propia inspiración. Así que la manera cómo sirves a otros es demostrando mediante tu relación con tu propio Ser Interior lo que el alineamiento es. Así a medida que te conduces feliz, y sintiéndote bien y vital y reconstituído,