El Anhelo de Dios

Palabra de Dios: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?” Romanos 8:32

Perlas: Dios Padre entregó lo mejor y más preciado del cielo y de Su corazón, a Jesús, Su Hijo, para alcanzarnos a ti y a mí. Si Dios Padre no escatimó ni a su propio Hijo, ¿Cómo no nos dará la sanidad, la libertad, la paz y la plenitud que estamos necesitando? ¿De dónde sacamos la idea de que Dios no quiere sanarnos o bendecirnos? ¿Acaso somos nosotros más buenos que Dios?

“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Mateo 7:11

Tenemos que arrepentirnos de dudar de la buena voluntad de nuestro Padre. ¿Le harías daño a uno de tus hijos para enseñarle una lección? Si nosotros que somos seres humanos pecadores, débiles e imperfectos, queremos lo mejor para nuestros hijos, y jamás pensamos en dañarlos, ¿Cuánto más nuestro Padre que es infinitamente perfecto?

Oración: Padre amado, ayúdame a entender en mi espíritu cuánto me amas y cuán perfectos son Tus planes para mí. Ayúdame a ver más allá de lo que mis ojos ven, y a poder ver lo que Tú ves. Ayúdame a nunca más dudar de Tu bondad para conmigo. Ayúdame a descansar en Ti y en Tu  perfecta soberanía. Ayúdame a creer que me escuchas, a creer que quieres lo mejor para mí, a creer que sí quieres sanarme, que sí quieres restaurar mi vida y la de mi familia, que sí quieres lo mejor para mí. Ayúdame Padre a conocer Tu corazón lleno de bondad, gracia y misericordia… que esto no sea solo conocimiento, sino que sea real para mí, que yo pueda vivir este día y todos los días de mi vida con la certeza de que tengo un Padre que me ama, me cuida, quiere darme todo lo que necesito y más, y anhela que yo viva la vida en abundancia que compró para mí en la cruz. Amén.

Reto del día: Busca en la Biblia diez versículos que hablen del amor de Dios para Sus hijos. Escríbe en tu journal el que más haga saltar tu corazón, y comienza a memorizarlo. Te regalo dos de mis favoritos: “No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda. Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría”. Salmo 94:18-19

“ En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”. 1 Juan 4:18

Podcast original de canaanusa.org & Liliana Gracía