Palabra de Dios: “¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre. Él les tiene contados aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo, ustedes valen más que muchos gorriones.” Mateo 10:29-31 NVI

Perlas: Uno de los mensajes de Dios para Sus hijos, que más se repite en la Biblia, es “No temas”; de hecho los estudios muestran que ¡aparece 365 veces! Sin duda, este es uno de los más grandes anhelos de nuestro Padre Celestial, que no tengamos temor, que no seamos víctimas del miedo a las circunstancias, ni del miedo a los hombres, ni del miedo al futuro, que no estemos ni ansiosos, ni angustiados. El anhelo del corazón de Dios es que confiemos absolutamente en Él y en Sus promesas. Él pagó un precio muy alto para que nosotros tuviéramos paz…”el castigo por nuestra paz fue sobre Él”. Su Palabra está llena de mensajes e historias para alimentar nuestra capacidad de creer, confiar y descansar en Él.

Nosotros los seres humanos fuimos creados con la capacidad de creer, de tener fe. Las personas se suben a un avión o a un barco porque CREEN CIEGAMENTE (y mucho ni lo piensan) que el piloto o el capitán harán un buen trabajo y que toda la tecnología del avión/barco funcionará perfectamente. Nos subimos a manejar en medio de calles o autopistas CONFIADOS 100% que vamos a llegar con vida y de una sola pieza a donde queremos ir, y CONFIAMOS en que todos los demás conductores saben lo que están haciendo. Compramos alimentos confiando (sin pensarlo) que todos los que han participado en esa producción hicieron una labor íntegra y excelente, y que las cosas contienen lo que dice la etiqueta. Compramos medicinas creyendo que tendrán el efecto que el doctor o el laboratorio aseveran, y que sí tienen los componentes que anuncian.

Un ejemplo aún más básico: Nos sentamos en una silla CONVENCIDOS de que la silla nos va a sostener y que no nos vamos a caer. ¡Increíble! ¿Verdad?

¿Cómo podemos tener fe y confianza en un piloto o en una silla, y no en Dios? Realmente Él es el único merecedor de esa fe absoluta y confianza ciega, porque solo Él es fiel. Nadie más. Nada más. 

Hay personas cuya fe es completamente negativa. Tienen fe, creen, pero es una fe, una convicción, en lo negativo, en todo lo malo que pudiera pasar. Esto es peligroso porque según nuestra fe, así será. Lo que yo escojo para llenar mi mente y mi corazón, define hacia dónde va toda mi fuerza, mi enfoque, y el rumbo de mi vida, porque  “aquello que temo puede sobrevenir”. 

La fuerza de la fe es algo muy poderoso. Por eso Dios nos insiste tanto en que NO TENGAMOS TEMOR, que confiemos y descansemos en Él, que le creamos a Él sin dudar, y en todo lo que ya nos ha dicho en Su Palabra. Él es Dios infinitamente bueno y sabio y amoroso… Él conoce el poder que nos entregó con la capacidad de creer, y Su anhelo es que escojamos CREERLE a Él. Su anhelo es que utilicemos la fe para mover montañas. Su anhelo es que mantengamos nuestra mirada puesta en Él. Su anhelo es que podamos vivir nuestra vida en paz, aún en medio del valle de sombra de muerte, que nunca dudemos de Su Presencia, ni de Su amor, ni de Sus promesas, ni de Su poder, ni de la victoria que ya Él conquistó para nosotros. 

Oración: Padre, sé que anhelas que no tenga temor, pero muchas veces siento temor. Temor al futuro, a malas noticias, a la enfermedad, al daño que otros pudieran ocasionarme. Temor a las traiciones y decepciones, al engaño, a la soledad. Temor… Te pido perdón porque cuando vienen los ataques a mi mente, no corro a Tu Palabra ni a Tus brazos, y en cambio le doy rienda suelta al temor dentro de mi ser. Perdóname. Enséñame Espíritu Santo, a correr más prontamente a los brazos del Padre, para recibir Su consuelo, Su paz, para escuchar Su verdad que me hace libre, y para recibir Su amor que echa fuera todo temor. Amén.

Podcast original de ⁠⁠canaanusa.org⁠⁠ & Liliana Gracía