El enojo es engañoso. Un carácter enojoso revela un corazón culposo. La culpa se alimenta de enojos y se viste con palabras de justificación. La culpa provoca dolor y por eso solemos proyectarla en otros. Estás enojada? Te enojas con vos misma? No te agrada tu vida? Acaso estarás enojada con Dios?