La iniquidad es el pecado de independencia. Cuando haces tu voluntad estás haciendo el papel de Dios. Es hora de que cedas y doblegues la voluntad de tu alma y permitas que la voluntad de tu espíritu sea la que te conecte con el Espíritu de Dios.
La iniquidad es el pecado de independencia. Cuando haces tu voluntad estás haciendo el papel de Dios. Es hora de que cedas y doblegues la voluntad de tu alma y permitas que la voluntad de tu espíritu sea la que te conecte con el Espíritu de Dios.