Definitivamente en temas tecnológicos, la educación virtual permite una mejor adaptación a los constantes cambios y actualizaciones. Pero la presencial ofrece un espacio de práctica si se está bien equipado con tecnología de punta.
Quizás la mejor estrategia combina lo mejor de ambos mundos: recursos digitales de fácil acceso para el autoaprendizaje, complementados con prácticas presenciales guiadas por los docentes.
Lo importante es garantizar que los estudiantes adquieran las habilidades prácticas para desempeñarse en el competitivo campo tecnológico, sin importar el medio. La tecnología debe servir para potenciar la educación, no reemplazar la relación humana.
Es mi opinión, ¿y la tuya?