No llegó Falcao, pero sí alcanzó a llegar un costalado de datos suyos y, lo más importante, las verdaderas razones por las que desistió de aterrizar en Bogotá. Espere también: Quico no lloraba, se rompía y averiguamos por qué; razones para dejarse crecer la calva y la panza y dulces reminiscencias del fútbol de salón.