El último Fuego Sagrado del año lo encendió Electrochongo. Su música, que se caracteriza por un estilo directo y divertido, busca una conexión instantánea con el público sin metáforas. El proyecto Electrochongo nació de la necesidad de escapar de la repetición de la repetición y de hacer música que a él le gustaría escuchar en un boliche. Hablamos demás de un punto de inflexión en este camino que fue la sugerencia de un exnovio que le sugirió explotar su pasión por el físicoculturismo, disciplina deportiva de la que destacó su importancia. Como músico independiente, maneja todo en su proyecto desde la difusión hasta venta de remeras en los recitales. Y por supuesto nos contó cuál es su Fuego Sagrado.