La verdadera empatía se nutre del amor y el respeto por los sentimientos del otro. Es mirar a los ojos de quien hemos lastimado y reconocer el dolor que causamos.
El ego busca mantener una imagen perfecta, pero la empatía nos hace humanos. Asumir responsabilidad por nuestros errores y mostrar compasión nos acerca a la verdadera sanación.