Con la cultura ágil se crea un propósito para el equipo el cual se va desarrollando paso a paso, pero por el camino correcto para brindarle al cliente el mejor valor agregado.
El agilismo nos ayuda a abrazar la complejidad que se presentan en los problemas y a la vez controlarla teniendo en cuenta que estos son factores que afectan a nuestros equipos y que deben ser solventados a tiempo para cumplir con los objetivos corporativos.