Admitir que duele es el primer paso, tus heridas no sanan si ni siquiera sabes que estás herido, sanar una herida la cuál no conoces su profundidad es muy difícil.
Admitir que duele es el primer paso, tus heridas no sanan si ni siquiera sabes que estás herido, sanar una herida la cuál no conoces su profundidad es muy difícil.