Durante estos días el tema de la eternidad y el cielo me ha estado dando vueltas. ¿Cada cuánto recordamos que estamos hechos para la eternidad y que cada pequeña decisión va configurando nuestra vida futura? Por providencia divina, tuve la oportunidad de escuchar en vivo el testimonio de la Hermana Guadalupe Rodrigo y del Padre Luis Montes, de la comunidad Nazarenos Perseguidos, que me recordaron lo que significa realmente vivir para Cristo con los ojos puestos en aquel negocio que es el más importante: nuestra salvación.