Hermana, somos nosotras las responsables de cuidar, velar y mantener nuestro amor propio. Pero, en la vida real, muchas caÃdas, complejos y situaciones nos hacen dudar de nuestro valor y seguridad. Y entre ellas están las rupturas amorosas difÃciles.
Para mà todas las rupturas son complejas, por amigables que terminen las relaciones de pareja. Y lo son porque de pronto te separas de alguien con quien compartiste todo, de alguien con quien trazaste planes, que conoció o conoce tus vulnerabilidades⦠y alejarte de esa persona, de una rutina, de un espacio compartido es como⦠quedarte desnuda en medio de la calle.
Encima, si te separas de alguien a quien sigues queriendo, y si no fuiste tú quien tomó la determinación de finalizar, todo duele más y te sientes más expuesta. Pero créeme, hermana: no es el fin del mundo. Y el amor propio esigue estando ahÃ, precisando de tus cuidados y atenciones.