Varias veces en la vida he sufrido olas de odio. Y no les puedo mentir: me han hecho sentir mal. Sin embargo, les agradezco a mis haters por el impulso que me han dado, por inspirarme para ser mejor, para superarme y para querer comerme el mundo cada dÃa con más hambre.
He decidido salir del enojo que provocan las crÃticas y los ataques. Pararme encima del papel de la vÃctima y crecer. Aprovechar la energÃa para salir de mi zona de confort y ponerme metas cada vez más enriquecedoras.
Es muy difÃcil reconocer y elegir el amor cuando estamos en una situación de odio. Pero prefiero hacerlo. Asumir la responsabilidad de crear mi realidad y avanzar en vez de quedarme sufriendo en el rincón.