Siempre vi a mi abuela como âmi abuelaâ. Ese ser mágico, protector, que no tiene excusas ni lÃmites cuando la necesitas.
No la pensé en ningún otro rol hasta hace un tiempo, cuando me propuse mirarla más como ser humano, como alguien que eligió un camino, tomó sus decisiones, se equivocó, luchó, amó, lloróâ¦
Por eso este episodio es tan revelador para mÃ, porque habla de esa Beba que no conozco, de una mujer de pelo negro enamorada de la vida, de una hermana comprometida, de una medio bruja con intuición desmedida.
Y como el tiempo no perdona y a veces se nos pasan los años sin decir o preguntar, hoy por fin me senté con mi abuela a conocerla mejor. A que me revelara esas verdades como templos que tanto necesitamos las nietas. Y las hermanas también.