La condición de padrino se asemeja a la del padre, aunque en este caso la familia no es nuclear sino extendida, ya que se trata de la organización criminal en su conjunto. Por eso el padre cuida y protege, pero también espera lealtad a cambio. El padre ejerce poder, pero también derrama lágrimas ante la pérdida. El capo es un personaje complejo en la obra de Coppola.