Reírse de uno mismo no es falta de seriedad: es alquimia pura.
En este episodio hablamos de la risa como disolvente interior, esa que rompe la rigidez del ego, limpia el alma y nos enseña a habitar nuestras torpezas con humor y conciencia.
Una reflexión cálida, mística y divertida sobre el arte de soltar el drama y encontrar oro en el propio ridículo.