A raíz de la pandemia me empecé a interesar por el mundo del marketing digital, y casi por obligación pero con un deseo enorme, invertí dinero y tiempo en formaciones, negocios...
pero nada me llenaba el corazón realmente. El problema no era invertir, realmente el proceso tan duro no compensaba todo lo que estaba invirtiendo porque la realidad es que no me apasionaba...
Por eso, te invito que según en el punto vital y profesional que te encuentres, seas muy valiente y hagas caso a tu corazón para que tu camino de emprender sea un viaje con propósito...