¿Cuántas cosas hemos dejado de vivir por los prejuicios?
Yo he dejado ir momentos, personas, sentimientos y me he plegado a un modelo complaciente para encajar, agradar, ser lo que alguien más espera de mà o cree que es lo correcto.
¡Pero basta ya! Somos las creadoras de nuestra vida y los prejuicios lo único que hacen es machacarnos e impedir que seamos felices. Dale play, hermana, que juntas vamos a descubrir cómo deterrarlos.