La fregamos una y mil veces, desde la manera más inocente hasta la más estúpida y aun así...no aprendemos nada y ¿Cómo quedamos? como unos completos giles.
La fregamos una y mil veces, desde la manera más inocente hasta la más estúpida y aun así...no aprendemos nada y ¿Cómo quedamos? como unos completos giles.