Como hombres nos podemos olvidar muchas cosas y solemos a diario reconocerlo. Pero nuestro buen Dios nunca se olvida de cada uno de sus hijos. Todos los que conocemos a Dios como Señor y salvador personal podemos tener la certeza de que NUNCA SOMOS OLVIDADOS POR DIOS, Animémonos y aprendamos a caminar con la seguridad de que Dios siempre se acuerda de nosotros