No es lo mismo un perro agresivo que un perro reactivo. Si cuando vas paseando con tu perro y pasas al lado de ese estímulo que le hace ladrar, consigues llamar su atención y desviarlo de ese foco, entonces tienes un perro reactivo pero no agresivo. Si la intensidad de su ladrido es tan alta que no consigues focalizar su atención, entonces sí podrías tener un perro agresivo.
Tu perro no es capaz de gestionar por sí solo todos eses estímulos que le rodean, por eso ladra, se abalanza o hace cualquier otro comportamiento sin función aparente.