Caminar, correr, hablar, todas acciones simples y que damos por hecho, hasta que llega la enfermedad, intempestiva, cruel, y como tornado desbarata todo, sueños, ideas y anhelos.
Podrías quedarte ahí o confiar en Dios y luchar; Jonathan nos comparte que aferrarse a la fe, ayuda a enfrentar las batallas que presenta cada día.