A veces llega la calma… pero vuelve la espera.
Y en esa espera, también llegan las dudas.
No porque falte fe, sino porque el corazón se cansa.
Pero justo ahí,
Dios vuelve a hablar:
“No temas; cree solamente.”
La fe no es un momento… es un camino.
Es seguir caminando cuando no entiendes,
seguir orando cuando ya no tienes fuerzas,
y seguir confiando aunque no veas nada.
Si hoy estás en medio de la espera, no te rindas.
Sigue creyendo.
Porque el mismo Dios que te sostuvo ayer,
te sostendrá mañana.
Cuando la fe quiera apagarse recuerda las palabras de Jesús a Jairo: “No temas… cree solamente..”