Episodio 15 – Espacios comunitarios: la posada, la carnicería, el horno, la cofradía de la sopa y el hospital
La judería de Calatayud no se entiende sin sus espacios comunitarios, que eran el alma de la vida social.
La posada recibía a comerciantes y viajeros que traían noticias y productos de todo Aragón y Sefarad. Allí se forjaban relaciones comerciales y se transmitían rumores e historias que cruzaban fronteras.
La carnicería, regida por normas estrictas de la comunidad, aseguraba el abastecimiento casher. El carnicero era una figura fundamental, pues de su trabajo dependía la pureza alimentaria de la aljama.
El horno comunal era el corazón de la vida diaria. Cada familia llevaba sus panes y guisos, compartiendo espacio y conversación mientras esperaban el turno.
La cofradía de la sopa, símbolo de solidaridad, se encargaba de preparar y repartir alimento a pobres y necesitados, recordando que la comunidad debía sostenerse en la ayuda mutua.
El hospital ofrecía cuidados básicos y refugio a enfermos, viudas y huérfanos. Más que un edificio, era una institución de compasión y servicio.
Estos lugares reflejan la organización y cohesión de la judería bilbilitana. La vida no giraba solo en torno a la sinagoga, sino también a estos espacios donde la fe se hacía concreta en el pan, la carne, la sopa y el cuidado de los más frágiles.
Narrado por Rabí Yehudá ben Shlomó Albilbilí
Dirección y producción: Javier Bona