En nuestra vida de alguna manera empezamos a caminar en fe, ya sea en los negocios, trabajo, matrimonio e hijos. Pero cuando experimentamos dificultades o desafíos, comenzamos a hundirnos y rendirnos. La razón de esto es porque hemos quitado la mirada de Jesús, hemos quitado la mirada de esa palabra que Dios nos ha hablado. En este episodio veremos que cada uno de nosotros debemos tener confianza y persistir para terminar lo que empezamos y alcanzar esa meta porque Jesús toma nuestra mano y Él nos sostiene sin soltarnos. Al confiar en Jesús y someternos a Su voluntad no seremos llamados hombres de poca fe.

 

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