En este episodio de Interné, descubrimos que incluso nuestras cervezas favoritas pueden ser víctimas del cibercrimen. Un reciente ataque de ransomware paralizó la producción de Asahi —la gigante japonesa dueña de marcas como Grolsch y Peroni— y reveló la fragilidad digital detrás de algo tan cotidiano como una botella de cerveza. Mientras los medios se concentran en crisis políticas y conflictos globales, una ola silenciosa de ciberataques afecta industrias completas sin que casi nadie lo note. ¿Por qué no nos enteramos? ¿Y qué dice eso sobre la vulnerabilidad de nuestra vida conectada? y ¿Cuánta cerveza tenes en stock para cuando llegue el fin del mundo?