Los sabores que intervienen en una cocina no sólo quedan en las papilas gustativas, en el olfato y en la visión, sino que son capaces de adentrarse en las costumbres, los afectos y hasta en las nostalgias de los seres humanos.
Los sabores que intervienen en una cocina no sólo quedan en las papilas gustativas, en el olfato y en la visión, sino que son capaces de adentrarse en las costumbres, los afectos y hasta en las nostalgias de los seres humanos.