Este capítulo explica cómo nuestras emociones pueden impulsarnos o frenarnos. Aprender a reconocer y gestionar el miedo, la ansiedad y la frustración nos permite convertir esas emociones en motivación para alcanzar nuestras metas.
Se destaca la técnica del anclaje emocional, que consiste en asociar un estado positivo con un gesto o palabra para recrearlo cuando sea necesario. Al controlar nuestras emociones, ganamos confianza y mejoramos nuestros resultados, acercándonos cada vez más al éxito.