Un análisis de dos historiadores muy diferentes, separados por cinco siglos de historia: Dión Casio y Quinto Fabio Píctor.
Transcripción Parcial del Episodio
Hola, les habla Abel, desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 66 - Dion Casio y Quinto Fabio Píctor.
— "Melía!"
Sentado en su enorme silla cubierta con una piel de cordero, el viejo Dion Casio llamó a su esclava.
Los cuatro pies de la silla, llevaban adornos de insectos fosilizados, atrapados en gruesas gotas de ámbar solidificado, cuidadosamente unidos a la madera de la silla misma. Color de miel.
Al momento, Melía apareció por el marco de la puerta, y una sonrisa se dibujó en la cara del historiador.
— "Tráeme agua, Melía! Mis pies me están matando, otra vez!"
Un minuto mas tarde, el viejo esclavo Politorio y Melía traían una gran fuente de agua caliente, a los pies de Dión Casio.
Al lado del viejo, el libro 66 estaba abierto. Vespasiano. La muchacha alejó el libro suavemente, fuera del alcance del agua. Luego — de rodillas, Melía comenzó su usual tarea de aliviar el dolor de pies que ya agobiaba a su amo, por mas de los años que ella lo conocía. Politorio, muy convenientemente, se alejó de la habitación.
— "Melía. Dime otra vez. Eres Cristiana o no?"
La esclava subió su mirada, y sin una sonrisa, le dió un "no" con la cabeza.
— "Mi amo," dijo suavemente, "para qué andaría buscando motivos, para enfadar a mi amo?"
Dión Casio no respondía. La belleza de la esclava le traía recuerdos de su propia esposa.
— "Tengo 16 años," continuó Melía. "Y a veces soy muy estúpida. Pero sé muy bien, que llevar una cruz, no sería una cruz, para mí solamente."
— "Yo no le haría daño a tu familia," quiso decir el viejo. Sus pies — remojados en el agua, y masajeados por la muchacha, le devolvían energía.
— "Lo sé, amo," respondió la muchacha. "Pero igual, no veo la parte práctica de ser una Cristiana. Los guardias que han llegado a la ciudad causarían problemas, y para qué?"
Eso era cierto. Miembros de la Guardia Pretoriana andaban por la ciudad.
[...]
Y mientras tantos historiadores, se basaron en los libros de Quinto Fabio Píctor, veamos muy brevemente a los dos historiadores en quienes él se basó.
Diocles de Perapeto, y Timeo de Tauromenio.
Así es — esos dos nombres nos pueden sonar un tanto nuevos, pero en realidad, aquellos que saben de historia, conocen a ambos personajes, con diferentes grados de profundidad, y diferentes grados de interés.
Por un lado, Timeo de Tauromenio fue muchas veces acusado de escribir demasiado acerca de detalles triviales, que no aportaban nada a la historia en sí. Fue odiado por algunos, pero — al fin y al cabo, si uno va a escribir, siempre va a haber gente que no lo van a apreciar mucho.
Como dicen en el campo — De gustos no hay nada escrito!
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