Hola, les habla Abel desde Pekín, China. Bienvenidos a mi podcast.
El Cuento de Roma, Episodio 7 — El nieto quieto.
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La semana pasada vimos la vida de Tulo Hostilio, y como Roma volvió a ser sinónimo de guerra y odio.
Esta semana, veremos la vida del cuarto rey de Roma, un nieto de Numa Pompilio, quien—como se acordará, fue el segundo rey de Roma.
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Después de la muerte de Tulo Hostilio, el pueblo y el Senado de Roma deseaba un poco de paz. Los años del reino de Tulo fueron demasiado violentos, hasta para los violentos romanos.
Así que los senadores eligieron a un rey de origen sabino, un hombre llamado Anco Marcio.
Anco Marcio fue hijo de un tal Numa Marcio, quien fue elegido por Numa Pompilio para ser el primer pontífice máximo de Roma.
Sabemos que Anco fue más un apodo que un nombre, y eso se debía a un defecto que el hombre tenía en uno de sus brazos. Existen versiones que dicen que Marcio pertenecía a una familia de origen plebeyo, y algunas fuentes hasta afirman que Marcio podría haber sido hijo, o nieto de un esclavo.
La madre de Anco Marcio fue una mujer llamada Pompilia, hija de Numa Pompilio.
No sabemos mucho más de ella, pero si podemos ver que Numa, aquel segundo rey de Roma, casó a su propia hija con ese Marcio, quien adoptó el primer nombre de Numa debido a esa adopción honorífica.
Y siendo que Numa lo puso en el puesto de pontífice máximo, que era un puesto de por vida, Marcio se vió a cargo de todas las responsabilidades de supervisar el sistema de ceremonias religiosas, decidir el tiempo y la manera de sacrificios públicos, supervisar fondos públicos religiosos, controlar instituciones religiosas como casamientos y funerales, y sobre todo, explicar señales divinas a la población en general.
Comentario personal: El pontífice máximo andaba bien ocupado, ¡el pobre hombre!
De todas maneras, sabemos muy poco más del reino de Anco Marcio, ya que—como lo mencioné tantas veces, todavía estamos en los tiempos de los reyes apócrifos.
En esos tiempos de tinieblas mitológicas.
Entre todo lo que Tito Livio y los otros historiadores escribieron de Roma, tenemos que colar, con un colador bien grande y bien espeso, la gran mayoría de datos, fechas, eventos y anécdotas.
Como un buen ejemplo de todo eso, podemos ver que el segundo rey de Roma, Numa Pompilio—según Tito Livio, nació el 21 de April del año 753 AC, exactamente el dia en que Roma fue fundada.
¡Por favor, no me hagan reir!
La otra cosa que sabemos muy bien es que la primer orden de Anco Marcio, como rey, fue hacer que sacerdotes transcribieran todas aquellas reglas de las ceremonias religiosas instituidas por su abuelo Numa, y que las pusieran en plazas públicas, foros y al lado de caminos, para que todos los ciudadanos pusiesen verlas claramente.
Viendo que Anco deseaba profundamente volver a las virtudes religiosas de los tiempos de Numa, muchas de las poblaciones Latinas que rodeaban a Roma y que fueron subyugadas por Tulo Hostilio, decidieron levantarse en contra de ese yugo.
Pensando que ahora Roma tenía un líder más bien débil, que no sabría defenderse militarmente, todos esos pueblos, uno por uno, se fueron rebelando contra Roma.
Pero Anco, reuniendo su ejército, las fue venciendo una por una, y si bien fue mucho menos cruel a la hora de castigar a los líderes de dichas rebeliones, los pueblos Latinos pronto aprendieron que Anco no era Numa.
Numa fue un religioso de punta a punta. Anco Marcio no era lo mismo.
Los romanos demostraron a toda la región del Lacio, que ellos eran guerreros que tomaban un juramento a sus dioses muy en serio, y no que eran sacerdotes que tomaban el uso de la espada muy en serio.
De hecho, con todas las batallas que Anco tuvo que emprender por su ciudad, el dominio de Roma de duplicó durante su reino, y por primera vez desde su fundación, Roma obtuvo acceso directo al mar Mediterráneo.
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