En este capítulo se narra la emocionante historia de las excavaciones arqueológicas realizadas en el Barrio Nuevo en los años 2005–2008. Bajo capas de tierra, los arqueólogos hallaron objetos que hablaban de un mundo perdido: utensilios domésticos, fragmentos cerámicos, restos de estructuras y, de manera excepcional, una llave medieval rota.
La investigación científica, dirigida con rigor Por Cebolla, Ruiz y Melguizo, permitió reconstruir no solo las casas, sino también las últimas horas de la judería en tiempos de la Guerra de los Dos Pedros en 1362. El oyente asiste a un relato en el que la arqueología se convierte en puente entre el pasado y el presente, devolviendo la memoria a quienes fueron silenciados.