¿Por qué no es tan bueno ser demasiado bueno?

Jesús nos dice que la ley se resume en estos dos mandamientos "amaras al Señor tu Dios con toda tu alma, tu mente, cuerpo y corazón" y el segundo es "amaras a tu prójimo cómo a ti mismo", pagas un precio emocional muy alto, cuando intentas agradar a todo el mundo y te fallas tu mismo, cuando permites faltas de respeto y abusos de otras personas te estás haciendo daño y el problema es que no puedes tener una relación sana con Dios ni con tu prójimo si no has aprendido a amarte y darte tu lugar de hijo de Dios. Muchos cristianos tienen su autoestima destruida por qué no han aprendido a poner límites sanos en las relaciones con las personas y no han aprendido a amarse, respetarse y cuidarse desde una perspectiva sana emocionalmente hablando.

A Dios le interesa que tengas una autoestima sana y que seas emocionalmente estable.